Cómo se puede ayudar a un hijo que ha perdido a uno de sus padres, y aunque ya no convivían y ya lleva la herida de haber sido abandonado por ésa fugura familiar tan importante, ahora le toca vivir el duelo de ser huérfano por su fallecimiento?
BIENVENIDOS AL BLOG
Tema de Investigación: Estudio realizado por
Autora de Cursos Online
Prof. Pérez Maria de los Ángeles
Afrontar la situación de un hijo que ha perdido a un padre con el que no convivía y del que ya arrastraba una herida de abandono, y ahora vive el duelo por su fallecimiento traumático e inesperado, es una de las situaciones más complejas y dolorosas que pueden presentarse. Aquí te detallo claves fundamentales para ayudar a tu hijo a transitar este duelo tan particular:
1. Valida Absolutamente Todas Sus Emociones (Incluso las Contradictorias):
* Espera una mezcla de sentimientos: Tu hijo puede sentir alivio por la ausencia de quien le causó dolor, pero también una profunda tristeza por la pérdida de la figura paterna que una vez amó o idealizó, o por la "posibilidad" de una relación que nunca se dio. Puede haber ira, confusión, culpa (por sentirse aliviado, o por no haber tenido una mejor relación), e incluso miedo.
* Normaliza cada emoción: Dile a tu hijo que es normal sentir todo eso. "Entiendo que estés triste y a la vez confundido. Es normal sentir muchas cosas diferentes cuando alguien que fue importante, aunque no estuviera presente, ya no está". Evita frases como "pero si no lo veías" o "ya no vivía con nosotros".
* Crea un espacio seguro: Asegúrale que puede hablar contigo de cualquier cosa que sienta, sin miedo a ser juzgado. Tu papel es ser un receptáculo para sus emociones, no un juez.
2. Sé Honesto y Claro sobre la Muerte (Apropiado a su Edad):
* Usa un lenguaje directo: Evita eufemismos como "se fue de viaje" o "se quedó dormido para siempre", ya que pueden generar confusión, miedo o incluso resentimiento ("¿por qué no se despidió?"). Utiliza palabras claras como "murió" o "falleció".
* Explica la permanencia: Asegúrate de que entienda que la muerte es definitiva y que la persona no regresará. Esto es crucial, especialmente para niños más pequeños.
* Aborda la causa (si es traumática): Si la muerte fue traumática, brinda la información necesaria de manera sencilla y apropiada a su edad, sin detalles gráficos excesivos, pero tampoco ocultando la verdad. Esto ayuda a prevenir fantasías y a procesar el shock. "Tu papá tuvo un accidente muy grave y no pudo sobrevivir."
3. Reconoce y Aborda la Herida del Abandono Previo:
* La muerte finaliza una esperanza: Aunque la relación fuera distante, existía la posibilidad (consciente o inconsciente) de una reconciliación, un encuentro futuro, o simplemente que esa persona estuviera "ahí fuera". La muerte elimina esa posibilidad, y esto es una nueva pérdida, incluso para quien ya se sentía abandonado.
* Valida el doble duelo: Tu hijo está experimentando un duelo por el abandono (la "muerte" de la relación viva) y ahora el duelo por la muerte física. Reconoce que esto es un "doble golpe".
* Refuerza tu presencia: Reafírmale constantemente que tú estás y estarás ahí para él/ella, que no le abandonarás. Esto es vital para su seguridad emocional.
* Permite la expresión de la ira/resentimiento: Es probable que sienta mucha ira por haber sido abandonado y ahora, irónicamente, por la pérdida final. Permítele expresar esa ira de formas saludables (dibujar, escribir, golpear una almohada, hacer deporte).
4. Honra la Historia (sin idealizar ni denigrar):
* Permite recordar: Hablen de los recuerdos, tanto los buenos como los difíciles. "Recuerdo cuando tu papá te enseñó a andar en bicicleta..." o "Sé que te dolía cuando no venía a verte". Esto ayuda a integrar la figura del padre en su complejidad.
* No obligues a sentir de una forma: Si tu hijo no quiere hablar del padre, no lo fuerces. Deja la puerta abierta. Si quiere hablar mucho, escúchale activamente.
* Evita la idealización o la demonización: No intentes "limpiar" la imagen del padre si su comportamiento fue dañino, pero tampoco lo denigres por completo. Permite que tu hijo construya su propia narrativa, con tu apoyo y guía.
* Rituales de despedida: Si es posible y tu hijo desea, participar en un funeral o crear un ritual propio (dibujar, escribir una carta, plantar un árbol, liberar un globo) puede ser muy sanador, dándole un cierre simbólico.
5. Mantén Rutinas y un Entorno Estable:
* La estructura da seguridad: El duelo puede desestabilizar. Mantener las rutinas diarias (comidas, horarios escolares, actividades) ayuda a que el niño sienta un ancla en medio de la tormenta emocional.
* Tu propia gestión del duelo: Es fundamental que tú también estés recibiendo apoyo para tu propio duelo (porque también es complejo para ti). Los niños son muy sensibles a las emociones de los adultos. Si te ven cuidándote y procesando, les das un modelo a seguir.
6. Busca Ayuda Profesional (Crucial en este caso):
* Terapia psicológica: Dada la complejidad (abandono previo + muerte traumática), es altamente recomendable que tu hijo reciba apoyo de un psicólogo infantil o un terapeuta especializado en duelo y trauma. Un profesional puede:
* Ayudarle a procesar el trauma de la muerte.
* Trabajar la herida del abandono y los sentimientos de culpa, ira o resentimiento.
* Ofrecer herramientas para la expresión emocional y el afrontamiento.
* Garantizar que el duelo no se complique y no afecte su desarrollo a largo plazo.
* Terapia familiar: Considera también la terapia familiar para ti y tu hijo, para que juntos puedan navegar este proceso y fortalecer los lazos familiares.
7. Sé Paciente y Compasivo:
* El duelo no es lineal: Habrá días buenos y días malos. El dolor puede resurgir en cumpleaños, aniversarios, o fechas señaladas.
* Acepta las regresiones: Es posible que tu hijo regrese a comportamientos de etapas anteriores (mojarse en la cama, chuparse el dedo, necesidad de más contacto físico). Es una forma de buscar consuelo. Sé paciente y amoroso.
* Sé su pilar: Tu presencia amorosa, tu paciencia y tu capacidad para escuchar y validar serán las herramientas más poderosas para ayudar a tu hijo a sanar y a construir un camino hacia adelante.
Este es un desafío inmenso, pero al abordarlo con honestidad, amor, validación y el apoyo adecuado, tu hijo puede transitar este duelo y salir fortalecido, no exento de cicatrices, pero con la capacidad de integrar esta compleja experiencia en su vida de forma saludable.
Comentarios
Publicar un comentario